Autónomo o sociedad: ¿Cuál es la mejor opción para tu negocio?

Si estás pensando en emprender, una de las primeras decisiones que debes tomar es qué forma jurídica elegir para tu negocio. Hay dos opciones principales: autónomo o sociedad. Cada una tiene sus propias ventajas e inconvenientes, por lo que es importante sopesar cuidadosamente tus opciones antes de tomar una decisión.

¿Qué es un autónomo?

Un autónomo es una persona que trabaja por cuenta propia y que no está contratada por ninguna empresa. Los autónomos son responsables de pagar sus propios impuestos y cotizar a la Seguridad Social.

Ventajas e inconvenientes de ser autónomo

Ventajas:

• Menos papeleo: Los autónomos tienen menos obligaciones administrativas que las sociedades.
• Más flexibilidad: Los autónomos tienen más libertad para decidir cómo y cuándo trabajan.
• Menos costes: Los autónomos tienen menos gastos generales que las sociedades.

Inconvenientes:

• Responsabilidad ilimitada: Los autónomos son responsables de todas las deudas de su negocio con sus activos personales.
• Menos beneficios sociales: Los autónomos tienen menos acceso a beneficios sociales que los empleados.
• Dificultad para conseguir financiación: Los autónomos pueden tener dificultades para obtener préstamos bancarios.

¿Qué es una sociedad?

Una sociedad es una entidad legal separada de sus propietarios. Los propietarios de una sociedad se llaman socios y tienen responsabilidad limitada, lo que significa que sus activos personales no están en riesgo en caso de que la sociedad incurra en deudas.

Ventajas e inconvenientes de ser una sociedad

Ventajas:

• Responsabilidad limitada: Los socios de una sociedad tienen responsabilidad limitada, lo que significa que sus activos personales no están en riesgo en caso de que la sociedad incurra en deudas.
• Más beneficios sociales: Los socios de una sociedad tienen acceso a más beneficios sociales que los autónomos.
• Más fácil de conseguir financiación: Las sociedades pueden tener más facilidad para obtener préstamos bancarios.

Inconvenientes:

• Más papeleo: Las sociedades tienen más obligaciones administrativas que los autónomos.
• Menos flexibilidad: Los socios de una sociedad tienen menos libertad para decidir cómo y cuándo trabajan.
• Más costes: Las sociedades tienen más gastos generales que los autónomos.

¿Cuál es la mejor opción para tu negocio?

La mejor opción para tu negocio dependerá de tus necesidades y objetivos individuales. Si no estás seguro de qué forma jurídica elegir, no dudes en solicitar una cita y te orientamos sobre tu situación en concreto.

Preguntas frecuentes

¿Puedo cambiar de autónomo a sociedad?

Sí, puedes cambiar de autónomo a sociedad. Sin embargo, es importante tener en cuenta que hay algunos requisitos que debes cumplir.

¿Cuándo es el momento de crear una sociedad?

Hay varios factores a considerar al decidir si crear una sociedad. Algunos de los factores más importantes son:

• El tamaño de tu negocio: Si tu negocio es pequeño y no esperas que crezca mucho, es posible que no necesites crear una sociedad.
• Tus necesidades de financiación: Si necesitas obtener un préstamo bancario para tu negocio, es posible que necesites crear una sociedad.
• Tu nivel de riesgo: Si quieres limitar tu responsabilidad personal, es posible que necesites crear una sociedad.

¿Cuánto cuesta crear una sociedad?

El coste de crear una sociedad varía en función del tipo de sociedad que elijas y de la comunidad autónoma en la que te encuentres.

¿Qué impuestos debo pagar si soy autónomo?

Los autónomos deben pagar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).

¿Qué impuestos debo pagar si soy una sociedad?

Las sociedades deben pagar el Impuesto sobre Sociedades (IS) y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).

Si estás pensando en emprender, es importante que tomes una decisión informada sobre qué forma jurídica elegir para tu negocio. En Estudio Fiscal, podemos asesorarte y ayudarte a elegir la mejor opción para tu negocio y a gestionar todos los aspectos administrativos y contables.